Este tipo de masaje fija su atención en descargar la tensión acumulada, se aplica de forma lenta y con una presión firme y progresiva. Siendo su efecto la relajación y disminución del tono muscular, a través de un contacto no agresivo por parte de la persona que lo aplica.
El masaje actúa sobre los puntos de tensión del receptor, realizando las maniobras en las áreas de más tensión, que principalmente se ubican en la espalda, cuello, hombros, músculos, trapecio, erectores de la columna y musculatura masticadora. Es necesario que quien realice esta terapia, este tranquilo y relajado, así influir positivamente en el resultado del masaje.
El masaje se utiliza para mejorar la función circulatoria, recuperar la movilidad restringida entre los tejidos dañados, aliviar y/o reducir el dolor, optimizar la conciencia sensorial, proporcionar apoyo humano, relajación y bienestar, ayudar en la recuperación y el mantenimiento de la salud, constituyéndose en una eficaz terapia mejora la salud.